Nunca aprendí cómo eras...
Cada vez más diferente,
cada vez más extraño.
Cómo un conocido lejano...
Nunca pude comprender
todas tus ausencias y llegadas.
Desaparecías de repente,
y por igual te presentabas.
No me juzgues que estoy
con las maletas en la salida.
Me cansé, te lo juro, me cansé
de ser tu amor a jornada partida.
El amor no es una manzana
para comertela a bocados.
Es una flor bella, maravillosa
que necesita muchos cuidados.
©Nadezhda Petkova Kostadinova
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