No me atrevo

No me atrevo a abrir los ojos,                                                                                                                   por si despierto y tú te hayas ido.
No quiero dejar de sentir                                                                                                                           tus latidos, de oler tu esencia,                                                                                                                     de notar a tus brazos fuertes                                                                                                                   llevándome a través de la oscuridad.                                                                                                           No me atrevo a dejar de soñar                                                                                                                   este sueño es el que me mantiene viva.                                                                                                       En las cuatro esquinas de mi cuarto                                                                                                       escribí unos cuatro deseos,                                                                                                                       no cualquiera, sino los mejores.                                                                                                             Tenerte cerca, en cada esquina...

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados

Donde duerme el amor...

Donde duerme el amor, donde despierta,                                                                                                                  si lo llevamos todo el tiempo dentro?                                                                                                                                      Allí donde se acaban los sueños                                                                                                                                              y la realidad empieza...

Donde mis manos tocan tus manos,                                                                                                                         donde mis ojos a tus ojos encuentran.                                                                                                                  Donde los pasos son tan ligeros                                                                                                                            que sólo el corazón los detecta...

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados

Nostálgico

Y se pasan los días entre tus dedos
cómo los granitos de reloj de arena.
Uno tras otro...
Demasiados perdiste buscando,
demasiados vagando.
Hoy te miras en el espejo
y no reconoces tu cara.
Demasiados granitos perdidos,
demasiadas arrugas...

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados

Tan fácil es

Tan fácil es imaginarme en tus abrazos
cuando en mi corazón te llevó,
cercano, tan cercano,
como parte de mi alma enamorada.

Tan fácil es imaginarme tus besos
cuando mis labios guardan
el dulce sabor de los tuyos,
hechizandome poco a poco.

Tan fácil es imaginarme tu cuerpo
arqueándose junto al mío
en un baile ardiente y sensual,
paso a paso hacia el infinito...

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados

Verdades

Si de verdad quieres empezar a vivir,
no elijas el camino de otros,
simplemente busca y encontrarás
el tuyo, aunque te equivoques.

De esto se trata en la vida,
emprender, equivocarse, aprender...
Algo tan simple para algunos,
para otros tan complicado.

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados

Fotografía: Juan Pérez de Lema

Cuando

Una vez decidí
a recoger pedacitos de tu encanto
y guardarlos para recordar
cuando no estés a mi lado.

Planee una fuga...
Reconoce que a veces soy rara,
pero soy la que necesitas ver
cuando no esté a tu lado.

Embotelle...
unos suspiros en botellas de vidrio,
para poder volverme a emborrachar
de ellos cuando no estés a mi lado...

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados

Mil millones de veces

En vez de cerrar los ojos
y dejarme llevar
en la capa ligera de Morfeo,
decidí contar a las estrellas,
poniéndoles a cada una tu nombre.
Y mientras lo repetía
mil millones de veces,
mil millones de veces veía
tu rostro en cada una de ellas.
Y mil millones de veces
volvía a quererte de nuevo,
y no importaba la distancia,
si mi corazón te sentía...

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados

Delirios eróticos 2

Por fin me he dado cuenta
que los garabatos que dibujabas
en mi piel suave, aterciopelada,
eran las señales de tu alma.
Y los siento todavía grabados,
tatuados en los pliegues de mi cuerpo,
recuerdos, escondidos entre pasiones,
tu nombre, mi nombre, unos besos...

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados

Delirios eróticos

Permiteme esconderme en tus abrazos,
cómo una flor delicada,
permiteme enredar mi aroma
con el aroma de tus besos...
Escondeme, alejarme del mundo,
saboreando mis labios...
Envuelveme con tus caricias,
dame alas para subir hasta las nubes.

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservsdos

Que sea

Si algún día tuviera que inclinarme,
arrodillarme y agachar cabeza,
que sea ante tanta belleza,
que sea ante tu encanto.

Si algún día tuviera que guardar
silencio y contemplar solamente,
que sea por tu tierna mirada,
que sea por tu magia hechizandome.

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados
Fotografía: Juan Pérez de Lema

Tengo frío

Tengo frío...
En los pues, en las manos, en la cara...
Tengo trocitos de hielo esparcidos
por todo el cuerpo.

Tengo frío...
Pero es lo de menos lo que la piel sufre,
cuando tienes el corazón helado,
en estado de congelación absoluta.

Tengo frío...
Y no consigo recordar las primaveras,
ni los veranos calurosos, ni los otoños.
Simplemente ha llegado nuestro invierno...

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados

Reflexiones nocturnas 2

Me gustaría poder acariciar tu mano
y mirar en tus ojos profundos,
sumergirme en tu mirada,
sin miedo de ahogarme en ella.
Pasear por los caminos de tu piel,
lentamente buscando a tu boca
y beber de ese dulce elixir
que tus labios suaves esconden...

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados

El corazón

No existen barreras para el corazón,
ni distancias, ni incertidumbres...
No se limita en tímidamente esperar,
se lanza sólo y te empuja seguirlo.
Y buscar caminos para conseguir
a quien lo hace acelerar su ritmo,
inquietandolo, haciéndolo feliz,
aunque a veces se equivoque.
Y entonces este corazón,
roto en mil piecitas pequeñas,
recoge, reordena el puzle de su dolor,
y una nueva búsqueda emprende.

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados

Memorias

Hay un recuerdo enredado en mis sábanas,
una especie de mundo secreto,
donde tus manos y mis manos habitan
junto con mis ojos y tus ojos.
Donde tu piel con mi piel se une
en un baile de sensualidad
y mis labios no dejan de buscar
en la oscuridad el calor de los tuyos.

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados

Soy la alegría

He nacido entre hierbas verdes,
en una alfombra de colores silvestres,
he crecido, corriendo libre...
Soy un alma salvaje.

Me acuesto sobre cama de flores
y mi almohada son las hojas caídas,
mi manta, los vientos nocturnos...
Soy un alma libre.

Me despierto con las canciones bonitas
de los aves que velan mi sueño,
sonrío y saludo al nuevo día...
Soy la alegría.

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados

Reflexiones2

Perdí la llave que abría
la única puerta de salida,
encadenada hoy me veo
a las paredes del destino.
Pero qué dulce mi condena,
y qué ligeras mis cadenas.
Amor - dolor, corazón enalgodonado,
juegos peligrosos, pero necesarios...

Mi voz

Aunque taparan mis ojos
para que no viera,
aunque cosieran mis labios
con hilos invisibles,
aunque ataran mis manos
para que no pueda defenderme,
jamás conseguirán silenciar
la voz libre que llevo dentro.
Esa voz que es tan fuerte
que es capaz de atravesar paredes
romper barreras, derrumbar edificios,
saltar vallas y nadar kilómetros,
hasta llegar a su destino.

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015

Sin miedo

Pasan los días...
como los granitos de un reloj de arena,
deslizándose entre los dedos,
perdiéndose en el tiempo.
Y de repente te das cuenta
que has desperdiciado minutos,
horas y días buscando tu sitio,
y que en realidad no habías vivido.
Por esto...
no intentes encontrar algo que no existe,
simplemente dejate llevar, vive,
sin miedo que se te acabará el tiempo.

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados