Te escribo,
porque no alcanzan mis brazos
hasta allí donde habitas,
para abrazarte...
Te escribo,
porque no alcanza mi vista
hasta allí donde habitas,
para verte...
Te escribo,
te abrazo entre mis versos
y en ellos te enredo y te veo,
cada vez más cerca...
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados
Imagen: "Cielo y tierra", José Antonio Campoy
Poquito a poco me alejé.
de este mundo que quería absorberme
y convertirme en una maniquí
sin ni chispita de cerebro.
Y para qué quería yo seguir
con un juego que no me convenía,
un laberinto de mentiras, falsedad,
mejor fue lo antes escaparme.
Y un viaje de escape emprendí
pasando por ráfagas y baches,
detrás dejé pasado y dolor,
sin miedo a lo que se me presente.
Por un instante sólo me rendí.
A veces también soy débil, reconozco.
Pero tan rápido recuperé fuerzas
para que con mi camino pueda seguir.
Y dejé la tristeza colgada en una rama,
en la primera que se cruzó con mi vista,
no necesito una acompañante así,
demasiado largo es el camino.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos recervados
Fotografía: Juan Pérez de Lema
Me divido en siete partes iguales...
Una para cada día.
Para que cada vez que despiertes
me encuentres a tu lado.
Me convierto en polvo púrpura
cada vez que vuelves a pensarme
y en tus pensamientos habito
como una niebla hechizarte.
Me sientes sobre tu piel suave
como las caricias de una mariposa,
como las gotas de lluvia fina,
como los rayos del sol al despertarte.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados
Alcancé la orilla de mis sueños
y mi reflejo encontré en el agua,
nada más que una simple humana
con corazón de misteriosa sirena.
Aunque nunca llegue a nadar
en las profundidades oscuras,
siempre creí que había nacido allí,
que este aquí no era mi mundo.
Pero este mundo sí es para mí,
si en él puedo estar contigo,
abrazada a ti, con la cabeza en tu hombro,
contándome cuentos para dormir...
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados
Echo de menos aquella playa
y nuestros pasos por la arena dorada,
corriendo cómo niños, cogidos de la mano,
rompiendo todas las reglas.
Hoy las ramas se han vestido de oro
y aún así rumorean sobre nosotros,
susurrandole al viento nuestra historia,
para que se la contara al mundo...
©Nadezhda Petkova Kostadinova 2015
Todos los derechos reservados
Imagen: Varvara Harnan
Permiteme acariciarte
con las puntas de mis dedos,
permiteme sentir los latidos
de tu corazón...
Dejame mirar en tus ojos
y a través de mi mirada
percibir tu sincero y puro
amor...
Enredame en tus abrazos
y hazme sentir de nuevo mujer.
Regalame la suavidad de tus labios,
dejame beber, tengo sed.
Sed de tus besos...
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados
No me canso, simplemente me paro a pensar a veces, cuando mi camino se vuelve a estrechar y no caben mis pies para poder seguir caminando. Entonces abro el libro de mis recuerdos y busco el mapa, aquel mapa que mis experiencias me dieron, para encontrar la salida...
La vida fue una madrastra para mi, castigandome de mil maneras, pero yo nunca me rendí, nunca deje de ser lo que era. Me cerraba puertas, yo las conseguía abrir. Me construía vallas, yo las saltaba. Siempre luchando, siempre con la guardia puesta, por si me volviera a atacar por la espalda.
Pero parece que ya estamos en paz, por ahora...
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados
Fotografía: Juan Pérez de Lema
No son de guerra las marcas en tu piel,
aunque tu alma es de guerrero,
y tu corazón esconde recuerdos
de batallas crueles...
Y aún así, eres un ser especial,
un soldado del destino,
enamorándose sin piedad,
abriéndose nuevas heridas.
Pero te alimentas de ese sufrir,
te conviertes en un hombre verdadero,
y en tus ojos se puede leer
solamente lo que tu corazón siente...
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados
Existe un mundo maravilloso,
cuyo cielo es el azul de tus ojos
y sus campos, tu piel aterciopelada.
Estoy en la entrada, parada en tu boca.
Esta noche me dejarías entrar?
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Deja que te susurre en el oído
unas palabras mágicas, bellas,
deja que mi voz de hechicera
te conquiste para siempre.
Aunque no dura eternamente
ningún "para siempre", disfrutemos
de cada instante, de cada segundo,
hasta que el cuerpo aguante.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
A veces me pregunto, así sin nada,
si no me haya equivocado de mundo,
que tan poquito encajo a veces
en este donde por casualidad he nacido.
Me acelero y se me acaba el camino,
girando hacia la dirección contraria,
miro en mis pies y descubro sorprendida...
Vivo en un cuento y los demás en la realidad
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2014
Todos los derechos reservados
Me respiras con cada respiro
y con cada suspiro me suspiras,
me absorbes con la mirada,
con cada bocado me comes.
Luego me imaginas y me dibujas
con unos pinceles imaginarios,
y te salen perfectas mis formas,
porque en el corazón me llevas.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Me dijo un viejo sabio una vez
que todo lo que encuentro en mi camino
no está allí por casualidad, tiene su papel
a la hora de aprender a caminar.
Que son los pies que caminan,
pero el corazón, el que los guía,
a veces temiendo, a veces con valor,
pero siempre hacia lo que desea.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2014
"Caminando"
Fotografía: Juan Pérez de Lema
Te siento entre mi piel y mi almohada,
acariciandome cómo una brisa ligera,
encendiendo cada poro, cada célula mía,
escribiendo besos sobre porcelana.
Te ciento por el precipicio de mis formas,
dibujando caminos para no regresar...
Has dibujado una línea en mi cuerpo
que desde el corazón empieza
y une mis labios con los tuyos,
luego da mil vueltas apasionadas
por mi piel con tu piel unida,
hasta que el otro extremo
en tu corazón se pare...
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Me enreda el tiempo en sus cadenas,
me quiere parar, me quiere apresar,
pero yo soy un alma inquieta,
no me dejaría jamás encerrar.
Crecen mis alas cada día más,
es el cielo mi destino prescrito,
y no existen ni carcelero, ni cadenas,
que me obligarían a dejar de volar.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
"Libertad"
Fotografía: Juan Pérez de Lema
Hay lugares que esconden misterios,
secretos de unos tiempos lejanos,
guardando entre los pliegues del tiempo
historias nunca contadas.
Hay lugares que sólo en tus sueños
llegan a abrirte sus puertas secretas
y te invitan a descubrir sus rincones,
hacerte parte de su historia.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
"Lugares"
Fotografía: Juan Pérez de Lema
Corren las agujas del reloj
su carrera, hora tras hora,
no se paran a descansar
ni siquiera un segundo...
Corren los días, uno tras otro,
turnando fechas sin piedad,
haciendonos más sabios
o más estúpidos, quizás.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Fotografía : Juan Pérez de Lema
Me pediste que cerrara los ojos...
Pero siento tu aroma hechizarte,
envolviendome en su velo invisible...
Y si decido abrirlos?
Te acercas y me susurras al oído
aquellas bellas palabras
que sabes que me volverían loca...
Pero sigo sin siquiera mirarte.
Late mi corazón de prisa
y mi piel de tus caricias disfruta...
Ya es hora de abrir los ojos
y junto con mi piel disfrutarte.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
No me preguntes por qué
esta noche me quiero quedar mirándote,
mientras tú lentamente te duermes...
Simplemente me gusta mirarte.
No me preguntes por qué
cada vez que cierras los ojos,
acaricio con los dedos tú cara..
Simplemente me gusta dibujarte.
No me preguntes por qué
me enredo en tus abrazos fuertes,
buscando tu anhelo y tu calor...
Simplemente me gusta amarte.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Laberintos de luz y oscuridad,
caminos pavimentados de sentimientos,
que esconden en sus rincones
tanto misterio...
Me llevan mis pies, avanzan,
por sus pasillos, a veces estrechos,
haciendome sentir presa del tiempo,
una pieza del puzle de la vida.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2014
Fotografía: Juan Pérez de Lema
Cada poro de mi piel tersa
recuerda el sabor de tus besos,
el calor de tus caricias,
el tacto suave de tu piel acercándose.
No te negaría el privilegio
de quedarte dormido en mis abrazos,
de sentir de mi corazón los latidos,
de respirar el aroma de mis suspiros.
Ven y deja caer tú cabeza en mi pecho,
deja que tú alma encuentre mi alma.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
"Ven"
Imagen : Irina Vitalievna Karkabi
Caminé a través del tiempo,
fui una reina y me convertí en mendiga.
Después de mendigar, volví a reinar,
aunque un reino ya no tenía.
Escondí tras las puertas pesadas
el tesoro más preciado que tenía,
no riquezas, ni piedras preciosas,
sino un corazón lleno de alegría.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
"Mi tesoro más preciado"
Fotografía: Juan Pérez de Lema
Se turnan las estaciones de la vida,
no paran, igual que un caleidoscopio,
trenzando tristeza con felicidad,
renacimiento después de cada pena.
Y no existe una ley exacta
de como debe ser, de como enfrentarla,
pero aún así, sin manual del usuario,
aprendemos a vivir sobre la marcha.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados
Fotografía: Juan Pérez de Lema
Y no son las rosas sólo flores bonitas,
son armas con espinas afiladas,
y cuando menos te lo esperas,
en tu corazón enamorado se clavan.
Y sangras lágrimas y lloras dolor,
tu piel se convierte en vela encendida,
consumiéndose por la llama ardiente,
y aún así, buscando al aroma
de aquella flor preciosa que te hechizó
con sus suaves pétalos de terciopelo.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
"Espinas"
Tan oscura la noche...
Y tanta luz ilumina mi alma,
mientras cerrando los ojos
sigo repitiendo tú nombre.
Tanto ruido...
Y tanta paz mis párpados cierra,
mientras mi corazón hambriento
sigue repitiendo tú nombre.
Tanto rumor...
Y tanta pasión a mi cuerpo envuelve,
mientras te acercas, me acaricias,
y sigues repitiendo mi nombre
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados
Qué serían los jardines del Edén
sin el frescor del agua purificante?
Sin su sonido, susurrando eternidad,
y sus gotitas en el aire bailando...
Lleno mis manos de este elixir
para sentirme de nuevo pura,
para volver a ser de nuevo
aquella niña que ya ha crecido.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Fotografía: Juan Pérez de Lema
Convoco la oscuridad que cubra
nuestros pasos con su manto negro,
que en sus abrazos esconda
nuestros cuerpos apasionados!
Convoco los vientos que se llevaran
nuestras palabras, susurradas a oscuras,
y que las esparcieran alrededor nuestro,
para confundir a los que nos persiguen!
Convoco nuestros corazones que latieran
cada vez más de prisa, enloquecidos,
cuando nuestros labios lleguen a rozarse
para hundirse en un beso eterno...
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados
Construía castillos
y el mar los derrumbaba...
Ninguna fortaleza fue segura
para mi ...
Ahora miro desde mi torre las olas,
contemplo contenta, porque sé
que no existe fuerza capaz de hacer caer
un alma libre...
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados
Fotografía: Juan Pérez de Lema
Descubrí que había puertas,
puestas sin ningún sentido, en el vacío,
con la única razón de confundir,
de hacerte creer que habías
encontrado la salida.
Y a veces aciertas,
aunque parezca mentira,
abriendo la primera puerta
que te encuentres delante,
y ves que tras ella no hay oscuridad,
sino un sol reluciente, y te lanzas ...
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados
Fotografía: Juan Pérez de Lema
