domingo, 22 de febrero de 2015

Nunca lo olvidé...

Misterioso señor,
iba a guardar silencio, pero mi corazón tiene ganas de gritar. Gritar lo que está escondido dentro de él, el secreto que lleva guardando.
Nunca lo olvidé, ni voy a olvidarlo...
Todas las botellas con mis cartas, que eché en el mar, para que las lleve a su orilla, siguen flotando mar adentro.
Nunca lo olvidé, ni voy a olvidarlo...
Mis oídos captan su voz dentro del silencio que me rodea. Mi piel siente sus caricias, aunque ya esté tan lejos.
Nunca lo olvidé, ni voy a olvidarlo...
Sólo espero que algún día llegara a abrir aquellas botellas y lea las canciones de mi corazón, escuchando los sonidos de mi alma...

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