lunes, 14 de diciembre de 2015

Heridas

No culpo a mi corazón, es débil,
cuando de querete se trata.
Lo tocaste y ahora responde,
aunque sangrando...
Pero sigue guardando memorias
y esto es que lo mantiene fuerte,
para sanar las heridas profundas
y volver a quererte de nuevo.
Porque una vez llegó a sentir
los latidos de tu corazón enamorado,
y aunque lo volvieras a herir,
sobreviviría para contarlo.

©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
Todos los derechos reservados

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