No creas que soy siempre tan bonita,
tan inocente y a la vez tan traviesa,
mujer y en el mismo tiempo diosa,
una especie de diosidad olímpica.
A veces hasta pierdo equilibrio
y bajo mis pies la tierra se mueve,
pero entonces vuelvo a abrir mis alas,
vuelvo a sentir mi interminable fuerza.
E incapaces son las arenas movedizas
de atrapar a mis pues en su trampa.
Tan frágil y a la vez tan fuerte,
tan gorrión y a la vez tan águila.
©Nadezhda Petkova Kostadinova,2015
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Alguien -los demás que quieran- entrega sus idealizadas palabras ante quien ve y percibe como diosa, como persona importante y atractiva, no sólo en lo físico. Está muy bien mostrar que los pies siguen en el suelo de lo real. E incluso se manchan. Pero que las manchas y las dificultades -arena movediza- haya empuje y fuerza para superarlas, levantando el vuelo.
ResponderEliminarMe gusta el mensaje de esperanza y de superar las vallas.