Aunque taparan mis ojos
para que no viera,
aunque cosieran mis labios
con hilos invisibles,
aunque ataran mis manos
para que no pueda defenderme,
jamás conseguirán silenciar
la voz libre que llevo dentro.
Esa voz que es tan fuerte
que es capaz de atravesar paredes
romper barreras, derrumbar edificios,
saltar vallas y nadar kilómetros,
hasta llegar a su destino.
©Nadezhda Petkova Kostadinova, 2015
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